Fue María José Rallo, secretaria general de Transportes del Ministerio, quien tomó la palabra en primer lugar, para reconocer de nuevo que “el Transporte es un Sector estratégico para España, pues el 95% de las mercancías se transporta por camión, y seguirá así en los próximos años”.
Pero “la cara B es que el transporte pesado está incrementando emisiones desde 2012, porque a pesar de las mejoras tecnológicas, no compensan el incremento de demanda y actividad, algo que en Europa se ve con preocupación”, explicó Rallo.
‘Fit for 55’
En este punto, hizo mención al programa comunitario ‘Fit for 55’, cuyo objetivo es el de preparar la normativa para lograr unos límites “más ambiciosos que los del Acuerdo de París, partiendo de la base del respeto a la transición económica (que no puede ser a costa de las personas), que no puede lastrar a la industria (es una oportunidad de crecer y llegar a ser punta de lanza) y debe mantener el liderazgo global en descarbonización”.
De los 17 expedientes que componen el ‘Fit for 55’, casi todos “tienen casi concluidas sus negociaciones”, aunque Rallo se centró específicamente en dos de ellos:
1- AFIR, un Reglamento que afecta a las infraestructuras de recarga para todos los modos, tanto para propulsiones eléctricas como de hidrógeno. “La experiencia de recarga tiene que ser fácil, con formas de pago comunes y transparencia de precios. Para los ligeros eléctricos, la evolución de la red tiene que ser al mismo ritmo que el aumento del parque. Se prevén puntos cada 60 km a lo largo de toda la red transeuropea, de al menos 150 kW, a partir de 2025, mientras que para los pesados, se propone un punto de 350 kW cada 60 km en la red básica de la RTE-T, y cada 100 km en la red complementaria. En 2030, toda la red tiene que estar cubierta. Y también se prevé la creación de puntos de recarga en las zonas de aparcamiento seguro y en los entornos urbanos”. Por lo que respecta al hidrógeno, a partir de 230 debe haber un punto cada 200 km en la RTE-T.
Los expedientes AFIR y de reducción de emisiones, claves a corto y medio plazo
Rallo explicó que “en España, esto se debe plasmar en el PENIEC, que ha actualizado su borrador, porque existe el objetivo de 5,5 millones de ligeros para 2030, muy exigente, y la infraestructura tiene que ir en consecuencia”.
2- Reducción de emisiones de CO2 en los pesados.- La propuesta fue presentada en febrero por la Comisión Europea, “porque lo aprobado en 2019 ya es pasado. Hay que alinear los objetivos de emisiones con la normativa. Este Reglamento amplía el ámbito de aplicación de las obligaciones a casi todos los vehículos pesados e incrementa los objetivos de reducción de emisiones”. El conjunto de vehículos vendido por cada fabricante tiene que evolucionar, reduciendo la media de emisiones GEI respecto a 2019. En 2030, la reducción debe ser del 45%; un 65% en 2035; y un 90% en 2040. “Y cada fabricante debe decidir su estrategia”, apostilló la secretaria general.
En este escenario, “desde el Mitma queremos ayudar a los ministerios competentes, ofreciendo
apoyo y acompañamiento al Sector”, destacando las ayudas del Plan de Recuperación, dotado con
400 millones para renovación de flotas, “que están funcionando por encima de nuestras expectativas y están prácticamente
