"Si los operadores no toman medidas para actualizar los sistemas de datos de los conductores de su flota, estos sistemas dejarán de funcionar cuando se produzca el cierre", según Jonny Clarke, gerente de país de Webfleet Australia y Nueva Zelanda (ANZ), en una entrevista con ABC.
Este cambio implica más que simplemente reemplazar el hardware
"Si las flotas no han implementado un proceso de transición a 4G a tiempo, será mucho más difícil gestionar y mantener la seguridad del conductor". Webfleet lidera a los proveedores que ayudan a los operadores a actuar rápidamente y actualizar los dispositivos 3G a 4G. Clarke señala que este cambio implica más que simplemente reemplazar el hardware: también se deben instalar y activar estos sistemas para asegurar que los informes de las obligaciones contractuales no se pierdan.
El 4G, gran oportunidad para la industria
Aunque a primera vista el cierre de 3G puede no tener un gran impacto en los pasajeros que viajan en autobuses o autocares, Clarke afirma que los operadores se verán gravemente afectados cuando las redes 3G sean apagadas.
"Los operadores que tengan que responder y proporcionar información como parte de los contratos ya no podrán acceder a los datos que necesitan desde los dispositivos", dice Clarke.
"Cuando se trata de contratos para rutas de transporte público, estos operadores estarán en problemas". Aunque no es ideal que los operadores tengan que actualizar el hardware para cumplir con este cambio, Clarke dice que la transición a 4G es una buena oportunidad para la industria. Si bien puede ser una tarea administrativa para marcar inicialmente, habrá muchos beneficios para los operadores una vez que cambien a la red actualizada.