Las rutas alternativas son más caras y más contaminantes
Y es que la ruta por el cabo de Buena Esperanza añade 10.000 kilómetros y casi 10 días de navegación al traslado, provocando un retraso que va camino de generar una nueva crisis de contenedores. Esta puede tener un impacto negativo sobre toda la cadena de suministro hasta llegar a provocar congestiones portuarias, retrasos y posibles desabastecimientos justo en un momento en que el mercado parece empezar a recuperarse de la inflación.
Por su fiera poco, las navieras se incorporan a partir del 1 de enero al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, lo cual aumentará también el tiempo de tránsito si no se toman medidas dado que las emisiones incrementan a medida que lo hace la velocidad. ACE destaca en este sentido la necesidad de proteger el transporte marítimo a pesar de que existen rutas altertivas tanto terrestres como áreas, pues estas emplean modos de transporte más contaminantes.
Debido a esto, insisten en la necesidad de retomar esta ruta en condiciones de seguridad, asegurando que cada día que se prolonga esta situación la economía española se resiente un poco más.