La carrera consta de 7.923 kilómetros
"La parte positiva de estos primeros días en la asistencia del Dakar es el reencuentro con compañeros de fatigas que a lo mejor no has visto desde el pasado Dakar", ha comentado el piloto. "Con todo hay poco tiempo para poder tener un encuentro distendido, son días agotadores, sobre todo de coco, te pasan mil cosas por la cabeza. Es cierto que al final lo que todos queremos es concentrarnos en la competición y empezar a dar gas".
Se espera que esta sea una edición muy exigente, en la que no solo la velocidad será puesta a prueba sino que también será fundamental la resistencia del vehículo. La carrera, a disputar hasta el día 19 de enero, contará con 12 etapas y un total de casi 8.000 kilómetros, que obligarán a los pilotos y sus equipos a navegar por la dureza del desierto y sacar lo mejor de sus coches.
Los participantes tendrán que enfrentarse además a distintas novedades, como un prólogo en un bucle con salida y llegada en Al-Ula, o una maratón de 48 horas en el desierto de arena más grande del mundo durante la cual estarán incomunicados con el exterior. Esto significa que durante el desarrollo de la etapa no tendrán ninguna referencia de los rivales, y sabrán los resultados de la prueba únicamente al llegar a la meta.
Albert Llovera y su equipo han pasado los últimos días dando los últimos retoques a la puesta a punto del Ford Trucks, preparándose para una etapa prólogo que ha arrancado hoy a las 7:25.