La inversión ha rozado los tres millones de euros, la gran mayoría de los cuales fueron aportados por Alsa, empresa encargada de la gestión de la terminal. La Junta se responsabiliza del resto de la dotación. Se han creado 17 puestos de trabajo directos, en un recinto de 4.358 metros cuadrados y ocho dársenas cubiertas, que permiten la operación de unidades hasta 15 metros. El edificio ocupa 1.315 metros cuadrados. Herrera declaró que la estación se enmarca en el Plan de Modernización de Estaciones de Autobuses que impulsa la Junta, a través de la Consejería de Fomento, para que la región cuente con infraestructuras "confortables, accesibles y con todas las prestaciones y servicios".