La organización ha hecho hincapié en que el Sector está atravesando una situación límite marcada por:
- El incremento insostenible de los costes de explotación dado el importante alza del precio del combustible en este año 2011 (de 120 euros/litro el gasóleo-A en enero a 134 euros/litro en diciembre, esto es, un incremento 12%).
- La imposibilidad de repercutir este sobrecoste en las tarifas por el servicio de transporte que cobramos a los clientes, en este escenario de gran contracción de la demanda de transporte a raíz de la crisis económica.
- El descenso brusco de la actividad de transporte, estimado en un 40%.
- Padeciendo los efectos devastadores de una morosidad creciente y una Ley de Medidas de Lucha contra la Morosidad completamente inútil.
- Una normativa actual en materia de tiempos de conducción y descanso que es excesivamente limitadora e inflexible, y lejos de velar por el descanso racional de los profesionales del transporte, en muchos casos aún lo dificulta, obligando en circunstancias ilógicas a un conductor a dormir fuera de su domicilio por no poder demorar un poco o descanso para poder realizarlo en casa.
- Con este panorama, un cumplimiento estricto de la legalidad vigente en materia de transporte es tremendamente complicado, ya que con las tarifas a las que nos vemos obligados a trabajar no podemos cubrir con los citados costes de explotación.
Desde Ucogatra consideran que son "los grandes olvidados de las Administraciones, que durante estos cuatro largos años de crisis, en lugar de poner en marcha medidas efectivas que nos ayudasen a resolver o paliar en parte los problemas indicados, han dejado a este sector totalmente de lado".
Asimismo, Ucogatra ha manifestado su defensa de la legalidad y de lucha contra todas aquellas prácticas de competencia desleal que, "si bien se reproducen de forma minoritaria, flaco favor le hacen al sector en su conjunto".
Prácticas ilegales
Entre las prácticas ilegales denunciadas por Ucogatra figuran las siguientes:
- La utilización de gasóleo agrícola o de calefacción en lugar de gasóleo-A como carburante para los camiones.
- El incumplimiento de la normativa en materia de transporte (excesos desmesurados de peso en la carga de los vehículos, manipulación de tacógrafos, etcétera).
- El incumplimiento de las obligaciones sociales (contratos de trabajo irregulares, etcétera).
- El fraude fiscal conducente a eludir el pago de impuestos.
- Los abusos realizados por grandes empresas, muchas de las cuales, carentes de vehículos de transporte y que simplemente se dedican a comercializar y subcontratar transporte, incumplen la referida Ley de Morosidad ampliando a su antojo los plazos de pago del transporte que subcontratan a pequeños transportistas sometiéndolos a un estado de explotación, o incluso dejándoles de pagar, dinámica que les permite reventar el mercado abaratando aún más sus tarifas por el servicio. Lamentablemente, alguna de ellas incluso ha sido beneficiaria de ayudas públicas a pesar de abusar de estas prácticas tan denunciables, ayudas a las que por el contrario no pueden acceder los pequeños transportistas.
