Respecto a la reducción del gasto en el transporte urbano de la ciudad, la concejala de Hacienda, Paloma Heredero, ha señalado que este ahorro vendría, por un lado, del incremento de la tarifa de la tarjeta naranja —que como ya explicaron desde el Ayuntamiento, afectaría únicamente a las pensiones más altas, a las cuales se les elimina la gratuidad— y de la subida del billete ordinario.
Además, se ha propuesto prolongar la vida útil de los autobuses que pasarían de siete años de utilidad hasta un máximo de 12, medida que supone un ahorro de 22.800 euros anuales por vehículo y que evita la renovación de cuatro autobuses de la flota.
Asimismo, el Ayuntamiento incluye entre las medidas que afectan al transporte el inicio de trabajos "para el diseño y contratación de una nueva concesión que desplace parte del riesgo de incumplimiento de las prestaciones del servicio contratista". Esta iniciativa dará como resultado un ahorro del 25% del coste final del servicio.