La asociación de vendedores Ganvam ha presentado está semana una propuesta restrictiva sobre las modificaciones realizadas en el cuentakilómetros de los vehículos. Según Ganvam su manipulación, para reducir el rodaje del vehículo y aumentar el precio de reventa, debería incluirse en la Ley de Seguridad Vial al tratarse de un delito de fraude.
La asociación ha recordado también que la sanción por ese tipo de ajustes en el vehículo puede ser sancionado con penas de hasta 6 años de prisión, pero además, añade, constituye un acto de competencia desleal frente al resto de la inmensa mayoría de profesionales que trabajan honestamente conforme a las exigencias de la ley, proyectando además una imagen negativa del sector del vehículo de ocasión.
Al margen de su aspecto delictivo, la patronal también ha llamado a considerar las graves consecuencias para la seguridad vial que puede tener este tipo de manipulaciones, dado que los fabricantes diseñan y ponen en el mercado vehículos con unas necesidades de mantenimiento y servicio periódico en función de su antigüedad y kilometraje.
Así, si el propietario no conoce el kilometraje real del vehículo, no podrá hacerle el mantenimiento adecuado, ni sustituir los componentes una vez alcanzado un número determinado de kilómetros, poniendo en peligro su seguridad y la del resto de viajeros y automovilistas. Por otro lado, esta práctica constituye un grave perjuicio para el medio ambiente, ya que permite que circulen por nuestras carreteras vehículos cuyas emisiones contaminantes no irregulares.
