"Tasas ambientales, fiscalidad, viñetas, ROTT (cuyo borrador se está retrasando), pesos y dimensiones... Todas cuestiones coinciden en el tiempo con un periodo complicado en la realidad social, económica y política. Es cierto que al transporte la normativa le afecta en gran medida, y es necesario que se adecúe a los tiempos cambiantes. Pero dicha adaptación ha de ser suave, con una gran dosis de análisis previo y huyendo de posiciones dogmáticas. En realidad, lo que más me preocupa personalmente no es la evolución de la normativa, sino la ruptura de los mercados que se está produciendo. Veo que no se respeta la política común de transportes, que cada vez estamos más lejos de la igual de competitividad entre Estados y regiones, y que la Unión Europea no está defendiendo correctamente esta política común", afirma el presidente del Comité Nacional.
¿Cuál es su opinión sobre la directiva de pesos y dimensiones?
La directiva comunitaria introduce muy leves cambios. Se centra en el futuro de los vehículos para que sean más ecológicos y aerodinámicos, pero no profundiza en las 44 toneladas, por lo que se desaprovecha otra enorme ocasión para armonizar el lío que tenemos ahora con este asunto. Los que realizan internacional no pueden hacer nada fuera de esta directiva, pero se deja a cada país la elección última sobre su decisión. El tráfico transfronterizo se discute, pero no se aprueba ninguna armonización. A nivel nacional, creo que la propuesta de Fomento es un intento de contentar a todos, pero lo que consigue es justo lo contrario. Asistimos a una clara presión por parte de los cargadores, de los maderistas y de otros sectores. Se persigue una eficiencia que no se logra. Yo no quiero las 44 toneladas, y creo que la mayoría del Sector tampoco, si no vienen de la UE y es una norma igual para todos. Cualquier solución que se discuta en España debe pasar por la búsqueda de la eficiencia, pero creo que para ello hay que abordar también cuestiones como las restricciones de tráfico, los tiempos de espera en carga y descarga, la morosidad... No solo hay que pensar en transportar más toneladas, quizá al mismo precio y con mayores costes. Hay que analizarlo todo en su conjunto.
¿El Sector español está maduro para este tipo de conflictos?
Creo que no. En Francia o Inglaterra, los transportistas tienen mucho más protagonismo, y aquí incluso a veces se nos desprecia. En cualquier caso, el Sector ha demostrado su capacidad para adaptarse a cualquier situación. Los cargadores eligen la carretera por precio, calidad, eficiencia, seguridad... Eso provoca que existan excelentes profesionales, con una fortaleza inmensa como colectivo que, a veces, no sabemos poner en valor.
Una buena noticia parece el Plan PIMA Transporte.
No lo conozco en profundidad. Hemos tenido alguna reunión con el director general, pero no nos lo ha aclarado demasiado. Parece que se va a ayudar tanto al achatarra-miento como a la financiación, aunque espero conocer algo más sobre los detalles y sobre de dónde saldrá el dinero, porque si lo tienen que conceder las mismas entidades bancarias que nos lo han denegado hasta ahora...
