En el campo de los vehículos comerciales, la compañía alemana tiene en cuenta las diferentes necesidades de los vehículos ligeros y pesados. En el primero de los casos, propios de la actividad urbana, las soluciones de propulsión eCityTruck de Bosch permiten una conducción silenciosa con cero emisiones locales. Están formadas por un módulo compacto, compuesto por el eje eléctrico e-axle, que combina el motor eléctrico, la electrónica de potencia y la transmisión en una única unidad, y un módulo de propulsión eléctrico (sin la transmisión). Ambas soluciones son fáciles de integrar y se pueden escalar para vehículos comerciales ligeros de hasta 7,5 toneladas. Dependiendo del diseño de la batería, permiten distancias de hasta 200 kilómetros.
Bosch utiliza el Internet of Things en el sistema de propulsión para reducir los tiempos de desarrollo y acelerar la resolución de problemas
Bosch también está impulsando la electrificación de vehículos comerciales fuera de los límites de la ciudad. Por ejemplo, la compañía ofrece la solución de propulsión eRegioTruck para camiones medianos y pesados, así como para autobuses urbanos y de larga distancia, y casos especiales de uso. El concepto de propulsión juega un papel fundamental para conseguir que el tráfico regional en un radio de unos 250 kilómetros no sólo sea lo más económico y eficiente posible, sino que lo sea con un nivel bajo de ruido y cero emisiones locales. Un motor eléctrico, un inversor y una unidad de control son parte de esta solución. Dependiendo de la topología, el motor eléctrico compacto puede desarrollarse como una unidad eléctrica separada en combinación con una transmisión, o como un componente activo integrado en un eje rígido.
Respecto a las soluciones de propulsión de Bosch para rutas largas y cargas pesadas, la compañía ofrece una solución de propulsión adecuada, ya sea con diésel, gas natural, baterías o pila de combustible. Actualmente, Bosch está examinando los problemas técnicos relacionados con el uso de hidrógeno en los motores de combustión y está estudiando su comerciabilidad. Las actuales tecnologías de motores disponibles y las arquitecturas de vehículos existentes forman ya una base sólida para desarrollar este enfoque.
Totalmente conectado
Por otro lado, Bosch utiliza el
Internet of Things (IoT) en el sistema de propulsión para
reducir los tiempos de desarrollo y acelerar la resolución de problemas. La compañía conecta el sistema de propulsión y proporciona servicios basados en la nube durante todo el ciclo de vida del vehículo. Un ejemplo de una aplicación IoT de este tipo es la validación basada en la
web en el desarrollo a gran escala. Este proceso transfiere datos de la propulsión de los vehículos conectados. El análisis remoto permite monitorizar y evaluar diferentes aplicaciones simultáneamente, lo que posibilita detectar defectos en el sistema de propulsión en una etapa temprana. Esto reduce el tiempo de desarrollo y mejora aún más la fiabilidad del sistema en los vehículos de producción. Las aplicaciones IoT adicionales pueden eliminar fallas inminentes de componentes individuales mediante la utilización de algoritmos especialmente desarrollados, evitando así, de manera efectiva, los tiempos de inactividad.
