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'El Día Internacional del Transporte, cada vez más cerca'

Tribuna de opinión de Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic

viernes 04 de febrero de 2022, 07:00h

Desde hace más de cinco años, siempre que el calendario marca el 19 de diciembre, trato de imaginarme cómo sería esa fecha si hubiese prosperado la propuesta que desde Astic se dirigió a Naciones Unidas en 2015 para que se conmemorase el ‘Día Internacional del Transporte’, expone en esta Tribuna de Opinión el director general de Astic, Ramón Valdivia.

'El Día Internacional del Transporte, cada vez más cerca'
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Iniciativa que, por cierto, contó con innumerables apoyos dentro y fuera de nuestras fronteras, incluyendo a la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y a la Unión Internacional del Transporte (IRU); incluso con el respaldo de algunas organizaciones extranjeras inesperadas, como la Wuxi Transportation Bureau, una asociación china del sector de transporte de pasajeros por carretera.

La elección no es caprichosa, pues fue el 19 de diciembre de 2014 cuando la Asamblea General de la ONU aprobó por unanimidad una resolución en la que instaba a todos los miembros de dicha organización (a todos los Estados, en pocas palabras) a eliminar las trabas al transporte y fomentar su crecimiento como uno de los medios más seguros de incrementar el bienestar y la prosperidad de sus ciudadanos.

'Con la pandemia, los españoles se dieron cuenta de que sin el transporte de mercancías por carretera, esto que llamamos “sociedad moderna” no puede funcionar'

Mucho ha llovido desde entonces. Incluso nevado. Pero el Día Mundial del Transporte sigue sin ser proclamado por quien tiene la potestad de hacerlo. Lo cierto es que, tal como nos respondió en su momento el secretario general, Ban Ki-Moon, son únicamente los Estados miembros los que pueden impulsar iniciativas como esa en el seno de la ONU. Por ello, nos pusimos a la tarea de convencer a los representantes de nuestro Gobierno para que hiciese suya la idea y recabase los apoyos necesarios entre sus iguales con el objetivo de que el transporte tuviese su día; una fecha en la que todos los que estamos de algún modo ligados a él (ya sea terrestre, marítimo, fluvial o aéreo) tuviésemos la ocasión de recibir la atención de la ciudadanía. Al fin y al cabo, la razón de ser de nuestra actividad no es otra que prestarle a la sociedad ese servicio de movilidad de personas y bienes, imprescindible para su funcionamiento.

Lo cierto es que, entre períodos de Ejecutivo en funciones, mociones de censura, citas electorales y negociaciones para formación de gobiernos, más dos o tres remodelaciones ministeriales, por no hablar de las emergencias sanitarias que aún nos desbordan, demasiados semestres han pasado sin que se haya avanzado nada en este tema.

Con la llegada de Jaime Moreno a la Dirección General de Transporte Terrestre, tuve ocasión de comprobar que, entre tantas urgencias como estaban sobre la mesa, este asunto de carácter menos “práctico” no era en absoluto rechazado sino, al contrario, acogido y mantenido en la “agenda”. Sin duda, el papel que el Transporte, en general, pero el de carretera muy en particular, jugó durante los meses más duros del confinamiento de 2020 ha contribuido a dar relevancia a este Sector y poner ante los ojos de la opinión pública lo esencial que es para el progreso y el bienestar de la ciudadanía, con un sistema de transporte eficaz y, como se dice ahora, resiliente. Los españoles se dieron cuenta de algo que, hasta el momento, había pasado desapercibido para ellos: sin el transporte de mercancías por carretera, esto que llamamos “sociedad moderna” no puede funcionar. Y así quedó bien patente en la encuesta nacional que GAD3 llevó a cabo en julio de 2020, por encargo de la Fundación Corell.

Siempre en el foco

Lo que después ha venido con las distorsiones de la cadena de suministro mundial ha logrado, al menos en parte, prolongar que el foco no se aleje de nosotros. No obstante, ya sabemos que la memoria de la sociedad es muy frágil. Por ello, creo que es muy recomendable que exista esa fecha en la que todos podamos tener el resquicio de atención mediática y, por qué no, popular, que la labor de nuestras empresas y de sus profesionales, sin duda, merece.

Con mi incorporación a la Ejecutiva de Presidencia de IRU, creo que se me presenta una magnífica ocasión de escalar esta iniciativa para que, conjuntamente con otros modos de transporte representados a nivel mundial, al igual que la carretera lo está a través de IRU, podamos alentar a que más y más gobiernos apuesten por el Transporte como elemento estratégico para el crecimiento de su economía; sumándose a la idea de que de los 365 días del año en los que el transporte no descansa ni de día ni de noche, dediquemos uno a recordarlo. Un día en el que instituciones públicas, privadas y ciudadanos valoremos y reconozcamos su trabajo. Creo que no me ciega ninguna pasión al afirmar que es justo y, aunque habrá quién se encierre en que, en el terreno de lo “práctico”, este Día Mundial no aporte nada, me parece que será también muy conveniente para nuestras empresas, sus empleados y el desarrollo del Sector. Una industria que, en el caso de la UE, representa el 5% de su PIB y ocupa a 11 millones de profesionales, o lo que es lo mismo: uno de cada 20 empleos está vinculado al transporte en la UE. Una columna vertebral sin la que nuestras sociedades no podrían subsistir.