Jaime Verdú, su director comercial, inició la jornada explicando que “Volvo se afana en proponer al mercado soluciones sostenibles, no solo en lo relacionado con los vehículos que fabricamos, sino en todos nuestros procesos de fabricación”, siempre bajo los tres pilares históricos de la marca: seguridad, calidad y medio ambiente.
Verdú: 'Tenemos que empezar a incorporar al transporte público en el desarrollo de las ciudades del futuro'
El director apuntó que “en 2030, el 60% de la población mundial vivirá en las ciudades, por lo que desde ya tenemos que incorporar al transporte público en el diseño de cómo serán esas ciudades en el futuro”, añadiendo que “debemos incidir sobre el clima (con vehículos sin emisiones y plantas sostenibles con energía renovable), los recursos (importancia de la economía circular: el 82% de las piezas son reciclables y el 97% de los componentes se pueden recuperar) y las personas (con soluciones para todos y con ciudades más fáciles para vivir)”.
Tercera generación
En esta línea se encuentra la tercera generación del autobús urbano eléctrico de Volvo, que incrementa hasta 470 kWh la energía embarcada para las versiones de 12 metros sin necesidad de cargas de oportunidad. Volvo ya cuenta en el mundo con más de 5.000 unidades híbridas y eléctricas circulando, de las que por encima de 500 se encuentran en nuestro país, “todas ellas híbridas”, según matizó Fernando Chavarría, responsable de Electromovilidad en Volvo Buses.
Antes de entrar a detallar la oferta de vehículos electrificados, Verdú destacó que “las soluciones híbridas son una excelente alternativa para el transporte urbano”, poniendo el acento en las full hybrid en relación con las mild hybrid que utilizan otras marcas, puesto que “reducen un 33% las emisiones de CO2”, a lo que se añade que “esta opción nunca utiliza solo el motor diésel, sino que el eléctrico está siempre en funcionamiento”.
Tres opciones
Volvo propone al mercado tres tipos de vehículo:
Un 7900 híbrido S-Charge (sistema híbrido que no necesita ser enchufado, sino que recarga la batería en las frenadas), con versiones de 10,6 y 12 metros
Un 7900 híbrido S-Charge articulado, de 18 y 18,7 metros
Y la versión eléctrica del 7900, disponible en 12, 18 y 18,7 metros
En cuanto a la propulsión, los de 12 metros cuentan con un motor de 200 kW y la posibilidad de embarcar tres, cuatro o cinco paquetes de baterías, con unas capacidades respectivas de 282, 376 y 470 kWh. En los dos primeros casos, la autonomía se amplía mediante el uso de pantógrafos para carga de oportunidad (que solo requieren entre tres y seis minutos de uso), que no son necesarios en la más potente. Esto se explica, según Verdú, porque “de este modo, el cliente puede elegir lo que necesite para cada tipo de operación. En otros países, se apuesta por el pantógrafo más que en España, pero nosotros lo ofertamos. También existe una diferencia importante con otros países, y es que fuera se electrifican líneas (para nosotros, una opción mejor) y aquí electrificamos flotas. Eso es una ventaja para la flexibilidad de nuestro 7900, pero hace más complicada la labor de asesoramiento a un cliente a la hora de poder ofrecerle la mejor solución”.
Full hybrid, a tener en cuenta
Los estudios realizados por la marca sobre esta opción la sitúan como una
alternativa a tener muy en cuenta
En el caso del eléctrico articulado, la versión de 18 metros puede montar la misma solución de 470 kWh, mientras que la de 18,7 admite, además, una de seis paquetes de batería con 564 kWh. En ambos casos, el vehículo monta dos motores eléctricos de 200 kW.
El 7900 eléctrico es muy similar al híbrido. Comparte el eje trasero ZF, por ejemplo, pero cuenta con una novedad en el mercado: una transmisión I-Shift, aunque solo con dos relaciones, a diferencia del resto de las marcas, que apuestan por el convertidor de par. La explicación a esta elección es “que, de este modo, podemos contener la entrega de par, al tiempo que homogeneizamos la gama con el híbrido”.
Compromiso
La duración de las baterías es una incógnita, más aún por la dependencia que tiene este hecho tanto del tipo de conducción como de la potencia de recarga empleada. Por eso, Volvo “adquiere un compromiso con el cliente. Analizamos las líneas y los usos que tendrá el vehículo, calculamos la energía que será necesaria, y la garantizamos durante toda la vida útil del autobús”, lo que se traduce en que, siempre que el uso que se le dé a la batería por parte del operador, pactado previamente, “Volvo monitoriza constantemente el estado de la batería para actuar en caso de que sea necesario, bien reparando o bien sustituyendo la misma. Lo que sea necesario para que el compromiso de energía disponible sea constante”.
En cuanto a la telemática, Volvo también plantea innovaciones para optimizar el uso de la energía. Por ejemplo, con el sistema ‘Ready to Run’, que climatiza el vehículo antes de que empiece a trabajar y mientras está enchufado a la red, evitando que esa labor de climatización la tengan que hacer las baterías y, por tanto, optimizando la autonomía. De hecho, también se climatiza el circuito de las baterías.
Durante el encuentro, los responsables de Volvo repasaron las posibilidades que ofrece al operador la ‘gestión de zonas’, por la que una unidad híbrida puede programar su circulación en modo eléctrico en determinadas zonas de la ciudad, al igual que su velocidad. “En este caso, hemos testado que el vehículo puede realizar un 30% de su línea circulando solo en eléctrico sin problemas, y que además tiene un potencial de reducción de hasta un 3% del consumo de diésel”, según Verdú. Los datos indican que, en condiciones óptimas, el 7900 híbrido puede alcanzar los 2,7 km de circulación continua en modo eléctrico.
Por último, destacar que otros detalles que ‘adornan’ al 7900 eléctrico es que permite la programación de hasta tres opciones de tiempo de respuesta de la transmisión, cuenta con un sistema de climatización específico para el conductor (que puede regular a su gusto) y otro para el habitáculo del pasaje (que se regula de forma automática), incorpora el sistema de detección de peatones MobilEye, cámaras en vez de espejos retrovisores (a demanda del cliente) y un triple sistema de seguridad para todo lo relacionado con la alta tensión.