La mayor parte de las solicitudes presentadas por los transportistas han sido destinadas al achatarramiento de vehículos, ya que las otras líneas de ayudas para la compra de vehículos propulsados por vehículos eléctricos o de hidrógeno apenas ha tenido acogida, dada la escasa o nula oferta de este tipo de tecnologías.
Así, según los datos a los que ha tenido acceso Fenadismer referidos a alguna Comunidad Autónoma, más del 81% las adquisiciones de vehículos nuevos acogidos a estas ayudas son acaparadas por las grandes empresas, frente a sólo el 12% en el caso de autónomos y pequeñas empresas.
Por subsectores, el 67% del presupuesto de las ayudas se han destinado a la adquisición de autobuses (principalmente híbridos y eléctricos) frente a tan sólo el 32 % a la compra de camiones, pese a que paradójicamente la flota española de camiones en España es hasta seis veces superior a la de autobuses.