Las conclusiones de la Asociación es que nuestro país “debería tener instalados 45.063 puntos de recarga de acceso público” a finales de este mismo año, lo que supone duplicar la red de recarga pública actual.
Anfac continúa trabajando en esta propuesta (que puso en marcha en 2021) para planificar y monitorizar, con periodicidad anual y a nivel cuantitativo y cualitativo, “el desarrollo necesario de infraestructura de recarga de acceso público a nivel nacional, comunidades autónomas, provincias y principales corredores”.
Las previsiones que se manejan apuntan a una red mínima de puntos de recarga de acceso público de aproximadamente 64.000 puntos para 2023, 91.000 en 2025; 300.000 en 2030 y 610.000 en 2035.
Menos puntos de recarga, pero con mayor potencia
“La primera normativa AFIR, fechada en 2014, primaba el número de puntos de recarga frente a la calidad de estos”, recuerdan desde Anfac, aunque “la nueva propuesta AFIR de la Comisión Europea establece dos diferencias principales: añade la necesidad de que estos puntos tengan potencia y capilaridad y establece unos objetivos vinculantes de despliegue para los Estados Miembros”.
En este escenario, Anfac propone, en línea con Acea, 300.000 puntos de recarga como objetivo mínimo para abastecer el parque para 2030, añadiendo que “la calidad de la red de recarga es absolutamente relevante. A cierre de 2022, de los 18.128 puntos de recarga de acceso público que tenía España, sólo el 3,8 % eran de recarga de alta potencia (≥ 150 kW)”.
Por eso se pone el acento en que “España debería multiplicar por cinco su red de carga de alta potencia por ser fundamental para que el vehículo eléctrico pueda ser empleado en trayectos de larga distancia por carretera, permitiendo tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos”.
Actualmente existen 698 puntos de recarga de acceso público de alta potencia, pero se precisa en 2023 del funcionamiento de 3.513 si se quiere lograr la meta anual que establece el Fit for 55.
Necesidades evidentes
El
barómetro de electromovilidad evidencia grandes carencias en el mercado nacional
José López-Tafall, director general de Anfac, argumentó durante la presentación que “los objetivos establecidos por la Unión Europea no se cumplen sólo con el esfuerzo del sector, sino que precisan de un gran esfuerzo por parte del resto de los actores, un compromiso del Gobierno y de las Administraciones para poder llevar a cabo la transformación de la movilidad y, en paralelo, mantener el peso de empleo e industria que la automoción supone. El desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público es esencial para el despliegue del vehículo electrificado. Pero, de igual manera, no podemos olvidar que incentivar el mercado de electrificados es de igual de necesario para que se avance en la red de recarga pública”.
Pensando en el transporte pesado
Anfac considera que “el desarrollo de una red de infraestructura de recarga de acceso público con suficiente capilaridad y calidad es esencial para la progresiva descarbonización del transporte pesado de mercancías y pasajeros”, más aún si se aprueban los nuevos límites de emisiones en discusión actualmente.
Dado que este tipo de vehículos requieren muy altas potencias, que comienzan desde el umbral de los 150 kW y llegan a los 1.200 kW, el resultado para 2023 sería la necesidad de una red mínima de 436 puntos de recarga de acceso público, en 2025 de 872, en 2030 de 1.512 y en 2035 de 1.614 puntos de recarga con potencias distribuidas entre 350 kW, 800 kW y 1.200 kW.
