Creen que se deben mejorar sus condiciones y facilitar su inmigración legal
El primer punto del plan tiene que ver con las Naciones Unidas, a quien solicitan que se desarrolle un marco que proteja a los conductores no residentes, se mejoren sus condiciones, y se armonicen los sistemas de cualificación y los reconocimientos transfronterizos. En segundo lugar, pide a los estados modificar y aplicar los procedimientos de inmigración para proteger a los conductores no residentes, así como simplificar la burocracia para facilitar su inmigración legal, impulsar el reconocimiento de las cualificaciones de terceros países y ubvencionar programas de formación e integración.
Por último, invitan a los operadores de transporte a desarrollar programas operativos de integración para que los conductores no residentes reciban las mismas condiciones que los nacionales, y a apoyar los procesos de formación, gestión de competencias y certificación.
Imprescindible 'cooperación de las partes interesadas'
"La escasez de conductores se está descontrolando rápidamente" afirma Umberto de Pretto, secretario general de IRU. "Equilibrar la oferta y la demanda mundial de mano de obra mediante medidas sencillas que faciliten la inmigración legal y pongan fin a la explotación de los conductores no residentes es una forma de solucionar el problema, apoyar el trabajo decente y mantener en marcha unos servicios de transporte por carretera vitales".
"Los gobiernos, los empresarios del transporte y las multinacionales clientes del transporte deben colaborar con los sindicatos para crear trabajo decente y acabar con la escasez de conductores" comenta por su parte Stephen Cotton, secretario general de ITF. "El transporte por carretera sólo podrá atraer y retener a los conductores si se basa en la cooperación entre todas las partes interesadas y los titulares de derechos para garantizar el trabajo decente, los derechos laborales fundamentales y una auténtica protección social."