Así comienza el comunicado emitido a mediados de agosto por la compañía norteamericana, para dar a conocer los resultados preliminares de sus investigaciones sobre los paquetes de baterías.
La producción de las versiones de hidrógeno no están relacionadas con este hecho
Esta acción se emprendió tras el incendio de algunas unidades. El 10 de agosto vieron la luz las conclusiones preliminares de Exponent, un investigador externo, las cuales señalaron como “causa probable del incendio del camión en la sede de Nikola en Phoenix (Arizona), el 23 de junio de 2023, una fuga de refrigerante en el interior de un único paquete de baterías”. Este veredicto “se vio corroborado por un incidente térmico menor que afectó a un pack en un camión de validación de ingeniería aparcado en la planta de la empresa en Coolidge, Arizona, el 10 de agosto”, añadiendo la compañía que “nadie resultó herido en ninguno de los dos incidentes”.
Precaución
Nikola recalca que “la fuente probable de la fuga de refrigerante es un componente de un único proveedor dentro del paquete de baterías y se están realizando esfuerzos para proporcionar una solución de campo en las próximas semanas”. En cualquier caso, y “como medida de precaución, anuncia una retirada voluntaria de aproximadamente 209 vehículos eléctricos de batería (BEV) Tre de clase 8”, al tiempo que suspende “temporalmente las ventas de nuevos BEV hasta que se llegue a una resolución”.
Estas acciones no tienen nada que ver con el vehículo eléctrico de pila de combustible de hidrógeno (FCEV) actualmente en producción, “ya que el paquete de baterías del camión tiene un diseño diferente”, concluyen desde Nikola.