Consideran que renovar las flotas es la estrategia más eficaz
Uno de los datos más destacados es el que refleja que el 96% de las compañías considera que la renovación de su flota es la estrategia que más puede contribuir a la reducción de emisiones. Este, no obstante, contrasta con el hecho de que muchas de ellas opinan que hay barreras notables que impiden dar este paso. El 41% entiende que la inversión necesaria para sustituir sus flotas actuales es demasiado alta, mientras que el 20,7% cree que la actual infraestructura de recarga es escasa.
En este sentido, el 96% de las empresas reclamana a la administración más ayudas económicas como principal medida para avanzar hacia modelos de movilidad sostenible, medida que ayudaría a paliar las dificultades generadas por la alta inversión. Asimismo, algo más de la mitad piensan que deberían fomentarse proyectos de colaboración público-privada, así como aumentar la cantidad de zonas de carga y descarga.
El sondeo permitió también indagar en la visión de las empresas sobre posibles futuras normas. Sobre ellas, un 65% se opusieron a la creación de nuevos peajes de acceso a las ciudades, considerando que supondría un sobrecoste que limitaría la inversión, aunque un 34,5% afirmó que la medida podría ser eficaz si se reinvierte lo recaudado en mejorar la infraestructura para la distribución urbana de mercancías.
Medidas poco efectivas
En general, más del 70% de las empresas aseguraron que las normativas implementadas a la hora de llevar a cabo la transición hacia un modelo más sostenible no son efectivas. Una de las medidas que más opiniones dividas generó fue la aplicación de las zonas de bajas emisiones pues el 45% considera que, aunque sí son útiles, deben existir moratorias para que las empresas adapten su operativa a los nuevos requisitos, mientras que el 34% aseguraron que los vehículos destinados a la distribución urbana de mercancías deberían tener excenciones al realizar una actividad esencial.