El presidente del Servicio Catalán del Tráfico (SCT), Josep Pérez-Moya, y el director de la Fundación del RACC, Miquel Nadal, han coincidido en que aún existe margen de mejora para reducir la siniestralidad, aunque a través de fórmulas distintas.
Según ha publicado la agencia Efe, Nadal ha recordado que en el año 2000 Cataluña tenía una tasa de 12 fallecidos al año por cada 100.000 habitantes y que ahora se ha logrado reducir este porcentaje hasta seis víctimas mortales. Nadal ha remarcado que se puede lograr una reducción de la siniestralidad de hasta el 50% si se apuesta como 'factor clave' por una mejora de las infraestructuras.
Pérez-Moya, por su parte, ha mostrado su satisfacción por la evolución de la calidad de la red viaria, ha admitido que "aún hay cierto recorrido de mejora", pero ha insistido en que lo que más preocupa a las autoridades de Tráfico es "la adaptabilidad del usuario al estado de las infraestructuras por las que circula". En este sentido, ha puesto el acento en la importancia de controlar cada vez más el respeto de la velocidad, como ocurre en países como Holanda, donde hay 106 radares por cada millón de habitantes y en Reino Unido, 114, mientras que en Cataluña esta cifra baja a sólo 17 radares por cada millón. "No se trata —ha puntualizado rápidamente Pérez-Moya— de llegar en Cataluña a los 100 radares por cada millón de habitantes, pero sí de potenciar el control, con radares y patrullas de los Mossos, para que los conductores respeten los límites de la velocidad en todos los tramos de carretera, especialmente en los más problemáticos".