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REVISIÓN DE LA RED

La Unión Europea acepta la propuesta del Gobierno de España sobre Redes Transeuropeas de Transporte

José Blanco se muestra satisfecho al conocer que ‘la CE ha recogido la filosofía que el Gobierno le ha trasladado’

jueves 20 de octubre de 2011, 01:00h

La Comisión Europea ha avalado la propuesta del Ministerio de Fomento de incluir en las Redes Transeuropeas de Transportes un mapa mallado que contempla cinco grandes corredores: Mediterráneo, Central, Atlántico, Cantábrico-Mediterráneo, y Atlántico-Mediterráneo.

Con esta decisión, hecha pública ayer por el vicepresidente y comisario de Transporte, Siim Kallas, España logra que la UE ratifique su apuesta por la consecución de un sistema de transportes mallado en el que se prioriza la intermodalidad, la eficiencia económica y la sostenibilidad ambiental.

El ministro de Fomento, José Blanco, se ha mostrado satisfecho al conocer que "la Comisión Europea ha recogido la filosofía que el Gobierno de España le ha trasladado" y ha añadido que ésta decisión supondrá, en el ámbito de las infraestructuras y el transporte, "un segundo esfuerzo modernizador para nuestro país".

Desde 1996, año en que se establecen las primeras directrices de la Red Transeuropea de Transportes (RTE-T), la UE ha sometido en dos ocasiones a esta Red a un proceso de revisión: la primera data de 2003 y la actual que se inició en 2009. Desde el Ministerio Fomento sostienen que a lo largo de estos dos últimos años, la CE y los Estados miembros han realizado el que probablemente sea el ejercicio de planificación más importante que nunca antes se ha realizado en el ámbito del transporte en Europa. Este arduo trabajo, en el que España ha participado activamente, culmina con el establecimiento de un modelo formado por una Red Básica y otra Global. Esta última garantiza el acceso a todas las regiones de la UE con unos estándares mínimos comunes. La Red Básica, que forma parte de la Global, constituirá una malla conexa que unirá los nodos y enlaces de importancia estratégica a través de corredores multimodales.

Para la constitución de la Red Básica, la Comisión ha identificado unos nodos primarios sobre la base de unos criterios objetivos. Por ejemplo, que sean áreas urbanas de más de un millón de habitantes o que sean puertos con un tráfico anual superior al 1% del total del tráfico de la UE. El nuevo modelo prevé además los mecanismos para garantizar que los Estados miembros cumplen con sus obligaciones para con la Red. Así, las infraestructuras de la Red Básica deberán estar concluidas antes del fin de 2030 y las de la Red Global en 2050.

Por otra parte, la Comisión ha presentado un Reglamento financiero por el cual los Estados miembros han tenido que definir las actuaciones que pretenden realizar. Concretamente, el Gobierno español ha remitido un cuadro detallado con todas las actuaciones que deberán realizarse para cumplir con las previsiones de la Red Básica. Estas actuaciones supondrán una inversión de más de 49.800 millones de euros, en el periodo 2014-2020. Sin embargo, las previsiones de actuación que el Ministerio de Fomento ha remitido a la Comisión garantizan que todas estarán plenamente operativas en 2020, diez años antes del plazo máximo fijado.

Sistema eficiente y sostenible

Los corredores, que se recogen en el mapa mallado presentado ayer por la CE, son multimodales. Es decir, todos los puertos, aeropuertos, nudos y plataformas logísticas, y centros de producción estarán conectados a ejes viarios y/o ferroviarios —y, en su caso, fluviales— de viajeros y mercancías. Lo que significa la plena interoperabilidad. Además, la decisión de la CE garantiza, en el ámbito del transporte ferroviario, que España supere el viejo problema que arrastra en cuanto al ancho de vía —que ha supuesto una gran barrera comercial— ya que los corredores ferroviarios deberán ser interoperables. Es decir, deberán contar con ancho internacional, sistema ERTMS y deberán estar electrificados.

Según Fomento, estas dos medidas, la multimodalidad e interoperabilidad, vienen a garantizar un sistema eficiente y sostenible. Esto se traduce en una reducción en los costes de las empresas, lo que, a su vez, conllevará un mayor crecimiento y desarrollo económico para nuestro país. Además, se eliminarán los cuellos de botella y se favorecerá la sostenibilidad al potenciar el modo de transporte ferroviario, "el más respetuoso con el medio ambiente", según fuentes ministeriales.