La Comisión Europea pospone así el debate sobre la regulación de este tipo de vehículos, manteniendo la situación actual de permitir que los países que así lo decidan puedan autorizar a los super-camiones a cruzar sus fronteras. Actualmente, el transporte internacional con este tipo de vehículos implicados hace necesario un traspaso de la mercancía a camiones más pequeños en las fronteras.
La posición de la Comisión ha sido censurada por el Parlamento, que ha pedido que antes se estudie el impacto medioambiental que tendría esta medida. Según fuentes europeas citadas por agencias el estado de la cuestión sería que los veintiocho ni se oponen ni permiten la circulación interfronteriza de los super-camiones.
Los países deberían poder decidir
Por su parte, el comisario de Transporte, Kallas, consideró "ridículo" que la UE tenga que decir a los países si deben o no autorizar a los super-camiones a circular por sus carreteras, y consideró que es una cuestión que debe quedar en manos de los Estados miembros.
El comisario indicó que el acuerdo alcanzado hoy resuelve los asuntos más cruciales y deja margen para que asunto de los súper-camiones se pueda tratar más adelante. Las nuevas normas sobre camiones, autobuses y autocares modifican la legislación vigente, de 1996.
El objetivo es mejorar la aerodinámica de los vehículos, mejorar la eficiencia desde el punto de vista del consumo de carburante y aumentar la seguridad vial.
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