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Atuc no deja lugar a dudas: el futuro está aquí

miércoles 01 de junio de 2016, 07:00h
Imagen de una de las ponencias que se sucedieron el Congreso de Atuc
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Imagen de una de las ponencias que se sucedieron el Congreso de Atuc
Bilbao fue la ciudad que acogió en esta ocasión la celebración del XXIII edición del Congreso Anual de Atuc, que contó con ponencias que tuvieron la intervención de personas especializadas y muy ligadas a la movilidad

La transformación de la movilidad en los últimos 25 años de Bilbao, en función de las necesidades de la ciudadanía, fue motivo de elogio durante toda la jornada, celebrada el pasado día 27 en el Palacio Euskalduna.

Ayer este diario digital publicó una noticia sobre las claves dadas en la jornada del Congreso, hoy extendemos con más información sobre la opinión de Oregi respecto a la situación del transporte en las ciudades y los temas abordados en la ponencias que se sucedieron.

Ana Oregi, consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, también destacó en su intervenciónen la jornada“estamos en un mundo conectado y tecnológico, en el que ciudades pequeñas y grandes forman una gran red, lo que nos obliga a competir, pero también a compartir nuestras experiencias por el bien común, ante unas necesidades más exigentes y complejas”, según el alcalde, quien no olvidó que “el servicio tiene que ser rentable, sostenible y accesible para todos, a un solo clic”.

Del mismo modo, el primer edil afirmó que “el servicio de autobús se ha ido reordenando también en función del metro (cuya tercera línea está en construcción), pero seguimos trabajando en un plan de transporte, que es crucial. Creo que la cohesión social lleva a una mejor convivencia urbana, que no sería posible sin transporte público”.

Ponencias técnicas

José Cabrera, presidente de Cabrera Management Consultants, fue el primero de los tres expertos conferenciantes que jalonaron la mañana. Desde su óptica, considera que “es difícil ser gestor hoy en día, pero eso es precisamente lo que tenemos que rescatar: la gestión del modelo y de los retos, generando nuevos mapas para un nuevo mundo. Vivimos en un nuevo tipo de sociedad que nace de las redes sociales, que está en nuestras casas y en nuestras oficinas, y de la que tenemos que extraer valor”.

Cabrera apuntó que “existe una clara tecnología disruptiva, que viene a romper con lo que había, tanto en las relaciones como en los modelos de trabajo, en un contexto complejo que cambia más rápido de lo que nosotros podemos asumir”.

“Debemos buscar nuevos modelos mentales, estructuras organizativas y modelos de cambio, ‘desaprendiendo’ algunas cosas, a sabiendas de lo difícil que es”, añadió el consultor, “y viviendo en la incertidumbre, porque de cara el futuro, lo importante es lo que no sabemos. Por eso, el gestor no debe tener todas las respuestas, sino formular las preguntas adecuadas.

"Las ciudades se deben tomar como clientes, hay necesidad de la integración público/privada en el transporte y la movilidad", Lombardero

También reforzó la idea de que “no hay nuevos modelos de empresa, sino de plataformas, que no poseen los activos, como en el caso del transporte colaborativo. Y las empresas antiguas no pueden convertirse en plataformas”, sino que tienen que llevar una doble velocidad de evolución, “con un 85% del equipo dedicado a la producción y el otro 15% a la innovación para el cambio. No es posible que toda la empresa evolucione a la misma velocidad”. “Debemos buscar el talento digital, pensar en los jóvenes, crear nuevos espacios de debate, pero siempre bajo un liderazgo. Se establecerá un nuevo orden, pero no jerárquico”, llamando a este fenómeno “redarquía” y seleccionando muy bien los recursos a invertir.

Como consejo, y entre los muchos “deberes para el lunes” que encargó a los congresistas, Cabrera declaró que “el líder debe controlar la máquina de café”, porque es ahí donde se palpa el sentir de los trabajadores frente al proceso de transformación, con dos reflexiones finales. Por un lado, si la experiencia es un activo o un pasivo para el cambio, y por otro, que el futuro no hay que planificarlo, sino crearlo.

Enrique Dans, profesor de Innovación en IE Business School, fue el encargado de polemizar sobre la realidad de la economía colaborativa, entre otros aspectos. Empezó indicando que “deberíamos, aunque sea imposible, prohibir los vehículos con combustible fósil”, añadiendo que el actual sistema “de comprar nuestro propio coche es incompatible con la sostenibilidad de las ciudades”. Incluso se planteó si el actual sistema de movilidad en las ciudades es el adecuado.

Afirmó con rotundidad que en España tenemos grandes servicios de transporte urbano, pero que son “insuficientes para que el usuario deje en casa su vehículo privado”, añadiendo que “los modelos regulados disminuyen la presión de la competencia”, hasta que aparecen actores, como los de la economía colaborativa, que rompen las reglas “y, además, con éxito”. Mencionó los casos de Uber, Citymapper, moovel… que “aprovechan recursos infrautilizados, como los coches con un único pasajero”, generando mercado y competencia “en busca de la excelencia en el servicio”.

“Es un hecho que el móvil es un ordenador multifuncional y que existen aplicaciones para todo, porque todo lo que pueda ser conectado, lo será”, según Dans, quien fijó en cuatro años la normalización del vehículo autónomo de Google, que ya circula por el Norte de California. Eso si, por las cuestiones de los seguros, también vaticinó que “conducir primero será un lujo y luego algo ilegal, porque las aseguradoras no admitirán la intervención de los humanos en la conducción”. Alabó el ejemplo de Daimler, que por medio de moovel, car2go o mytaxi, está dirigiendo su estrategia hacia iniciativas que rompen con su negocio tradicional, antes de concluir llamando la atención sobre la necesidad de crear nuevos modelos de empresa, pero siempre dentro del marco legal correspondiente.

El tercer experto de la mañana fue Luis Lombardero, director general del Instituto de Talento y Empresa Digital, quien abordó esa necesidad de talento en un ecosistema digital. A su entender, la tecnología “es la impulsora de la transformación, con un gran impacto sobre el transporte urbano, las ciudades y sus habitantes, pero debemos prestar atención a lo que sucede con las empresas tradicionales”, añadiendo que “en algunos sectores, la transformación tecnológica no es voluntaria, sino provocada por la demanda, lo que obliga a la incorporación de nuevos servicios “y de cuestiones digitales a la cadena de valor”. Como dato, indicó que en 2025, el 75% de la población serán millenials, lo que conlleva a la evolución de las ciudades y de sus servicios. Por eso, “el Internet de las cosas será la tecnología de uso común del futuro inmediato”.

Entre otras reflexiones, apuntó que las ciudades se deben tomar como clientes, la necesidad de la integración público/privada en el transporte y la movilidad, y la cuestión del empleo, que se podría ver afectado en su vertiente mecánica, pero “sin olvidar que hoy hay 840.000 vacantes tecnológicas en la UE”

Concluyó indicando que “la competencia está relacionada con la realidad, por lo que, si no hay evolución…”.