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Atuc marca el camino hacia las cero emisiones en 2030, o incluso antes
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Atuc marca el camino hacia las cero emisiones en 2030, o incluso antes

viernes 30 de septiembre de 2022, 01:00h

La XXVIII edición del Congreso Nacional de Transporte Urbano y Metropolitano, organizado por Atuc, subió el telón ayer en Madrid, con unas jornadas técnicas matinales y la celebración de la Asamblea General de la Asociación por la tarde.

Las mencionadas jornadas técnicas se dividieron en dos, con temáticas relacionadas con el ferrocarril y el autobús, respectivamente. En estas segundas, las cero emisiones y la financiación centralizaron el debate, tal y como estaba previsto, ya que el lema del Congreso es ‘Los retos 2030 del transporte público’.

En la primera sesión, titulada ‘Hacia un transporte urbano en autobús cero emisiones’, conocimos las opiniones del INSIA, Iberdrola, Vectalia, EMT Madrid y EcoRail, una selección puntos de vista de un ecosistema que se debe desarrollar conjuntamente, como se comentó en la jornada.

Por ejemplo, Raúl Cantero, director de Movilidad Urbana de Vectalia, destacó que en su calidad de operador privado, “tenemos claro el plan para reducir nuestra huella de carbono, aunque está muy supeditado a las condiciones de los pliegos y licitaciones a los que nos presentamos. Por eso, tenemos que trabajar de la mano de las Administraciones”, añadiendo que “la propulsión eléctrica está ya madura, y nuestra evolución irá por ahí, a la espera de lo que pueda pasar con el hidrógeno”.

Desde el INSIA, Enrique Alcalá, su director de la Unidad de Autobuses y Autocares, mostró su colaboración “con toda la industria, desde el punto de vista de la tecnología y de la investigación”, poniendo en valor su banco de pruebas para eléctricos, “único en Europa”, y el actual desarrollo de un chasis/cabina eléctrico para transporte pesado”. A su juicio, la situación está “más interesante que nunca, y todos los retos debemos tomarlos como oportunidades”.

La EMT de Madrid tiene clara su hoja de ruta, como explicó Lidia León, su subdirectora de Centros de Operaciones: “El 8,5% de nuestra flota actual, compuesta por 2.100 vehículos, ya es eléctrica, un porcentaje que crecerá hasta el 15% el año que viene y al 20% en 2024. EMT de Madrid siempre quiere estar en la vanguardia de la tecnología, por lo que exploramos todas las posibilidades. El futuro lo marcará un pool de energías, aunque con claro predominio de la electricidad, al menos en este momento”.

Iberdrola, como proveedor de energía, apuesta por el impulso al hidrógeno verde, porque “aunque el 80% de las líneas urbanas se pueden atender con baterías, el hidrógeno puede ser una solución para el 20% restante, así como para trayectos suburbanos”, en palabras de Roque Bernadó, responsable de Movilidad y de Hidrógeno Verde. “En cualquier caso, la energía tiene que ser económica y sostenible en el tiempo, con un coste estable. Ya tenemos una hidrogenera funcionando en TMB, pero el hidrógeno tiene que recorrer su curva de aprendizaje. En cualquier caso, debemos estar expectantes al desarrollo de cada tipo de energía”.

Y Julio Gómez-Pomar, como presidente de EcoRail y del Instituto de Empresa, aportó su visión más académica, destacando que “la sociedad cada vez le concede más importancia a la sostenibilidad. Tendríamos que mirar el cuadro desde más arriba, empezando por organizar las ciudades para que sea necesaria una menor movilidad personal, siempre en coordinación con la distribución de mercancías y con todos los modos de transporte disponibles”.

Retos y desafíos

Muchos son los aspectos que pueden influir en la rápida expansión de la electromovilidad. Desde EMT Madrid se apunta que “la carga de oportunidad, en nuestro caso, no ha resultado viable en las pruebas, por lo que nos centramos en la carga nocturna en depósito. Para ello, hemos comenzado a utilizar pantógrafos invertidos, aunque también comenzaremos a construir una hidrogenera que pueda abastecer a 10 vehículos”, según León.

Iberdrola espera que “el progreso se note en tanques de almacenamiento de hidrógeno a 700 bares, en mayor cantidad de infraestructuras y con mayor potencia. El hidrógeno es una oportunidad, por su autonomía y tiempo de recarga, y por eso proyectamos una serie de corredores que lo hagan más viable. Para ello, necesitaríamos la implicación tanto de los operadores como de las Administraciones”.

Cantero considera que “hay que empezar por dar a conocer y facilitar el acceso al transporte público en las escuelas y universidades, para incrementar la demanda. Al mismo tiempo, debemos estar muy atentos a esa evolución, incrementando las posibilidades de invertir en vehículos e infraestructura. Si no encontramos el equilibrio, el modelo incluso podría morir de éxito”.

Para concluir esta sesión, Roque Bernadó apuntó que “las cero emisiones son una realidad y ambas tecnologías, baterías e hidrógeno, convivirán antes de lo que pensamos”, a lo que Gómez-Pomar añadió que “Madrid es un ejemplo mundial en cuanto a transporte e innovación, que se estudia en otros países”.

Tanto Alcalá como Cantero coincidieron al afirmar que “es necesario encontrar el equilibrio en la financiación, así como la estabilidad, porque en caso contrario, la descarbonización es imposible”.

Segunda mesa

Precisamente estas dos intervenciones sirvieron para conectar la primera mesa con la segunda, que abordó el asunto de los fondos europeos y la financiación. Dionisio González, director de Advocacy de UITP; Julio González, socio de la consultora Kearney; Ángeles Martín, directora de la Oficina de Estrategias de Movilidad del Mitma; y Alfonso Sánchez, gerente de EMT Madrid, compartieron sus puntos de vista al respecto, bastante coincidentes.

Para la UITP, “el transporte público es fundamental, como se demostró en la pandemia, cuando todo paró menos este Sector. La financiación serviría para asegurar su tejido empresarial, pero es que se ha demostrado que es rentable, porque cada euro invertido genera cinco, cada puesto de trabajo genera 2,5 en la sociedad y se transportan 60.000 millones de personas en Europa anualmente”, aportando el dato de que “desde Europa se destinarán 72.000 millones de euros hasta 2027 al transporte urbano, de los que 15.000 serán para el autobús”.

Javier González también abundó en que “el transporte público es el pilar central de la movilidad sostenible, pero es necesario invertir en la adaptación de las ciudades a los nuevos modos (hoy, conviven en ellas 30 distintos), para lo que la colaboración público/privada es fundamental”.

Para el Ministerio, “el sistema tiene que ser sostenible y asequible, porque hablamos de calidad del aire, de salud pública…”, según Martín, quien recordó la Estrategia de Movilidad y la Ley de Movilidad Sostenible como los grandes motores de este proceso de descarbonización impulsados por el Gobierno.

Y Alfonso Sánchez añadió otro aspecto muy importante, como el de la preparación: “EMT Madrid ya tenía en marcha muchos planes de descarbonización, y los Fondos europeos lo que han hecho es acelerar su ejecución. Por eso, es importante estar preparado y tener planes a medio y largo plazo, por si se presenta la oportunidad de encontrar ayuda financiera”.

La digitalización, según el representante de UITP, “es un medio que aporta conocimiento sobre qué hay que hacer antes de ponerse en marcha, porque hay que enmarcar la inversión en planes coherentes”, indicando que “la gestión local de los fondos es fundamental”, algo que desde el Mitma se afirma que “ya está pasando: hemos destinado a las Administraciones locales 1.500 millones de euros en este sentido”, aunque algunas, como TMB o EMT Madrid, manifestaron no haber recibido aún el dinero. Martín lo achaca “a la complejidad burocrática del proceso, aunque las dos primeras partidas ya están en manos del Tesoro Público con nuestra aprobación final".

Por último, los integrantes del panel coincidieron en que estamos ante una gran oportunidad como país, que las ideas tienen que convertirse en proyectos transformadores, que antes de aplicar la tecnología hay que usar el sentido común (“prefiero una plataforma reservada a un autobús eléctrico en términos de sostenibilidad”, afirmó Dionisio González), y que la financiación debe recaer en proyectos maduros, definidos y con un impacto inmediato sobre el medio ambiente.