Por esa razón, FEBT ha remitido un escrito oficial a la comisaria europea de Transportes, Adina Valean, “que también ha sido enviado a todos los partidos políticos, para que tengan constancia de la situación”, según Roig, denunciando que “la escasez de conductores supone un grave y creciente problema para dar una garantía mínima de funcionamiento, tanto de los servicios turísticos como del transporte de mercancías en las Islas”, algo extensivo “a toda España”.
La escasa oferta de vivienda en la Islas, “que impide que conductores de otras regiones puedan afincarse aquí” o la eliminación del servicio militar obligatorio, entre otras razones, han provocado que la edad media de los profesionales “ronde los 47 años”, a lo que se suma que “la profesión no es atractiva para los jóvenes”.
La Federación fija la carencia en su territorio en 800 profesionales, alertando que la cifra crecerá a medida que se vayan jubilando los conductores de mayor edad, puesto que “el acceso a la profesión tiene unas barreras demasiado altas”. De no hacerse nada, “en menos de 10 años estaremos en una situación de difícil solución”, menciona Roig.
Medidas concretas
Por todo ello, el presidente plantea a la comisaria europea una serie de acciones concretas. En primer lugar, y para Roig la cuestión más relevante, “con la que se podrían incorporar miles de conductores al Sector”, sería permitir la conducción, con un permiso B, de minibuses hasta 16 plazas y ocho metros.
Roig explica a NEXOBUS.com que “no veo la diferencia entre una furgoneta de nueve plazas y una de 15. La conducción es igual, por lo que es una medida viable”.
Reducir la edad de acceso, ampliar las posibilidades del carnet B y una excepción estival en materia de descansos, principales aportaciones
También considera oportuno “la reducción de la edad mínima para los permisos D, que podría bajar hasta 21 años si se obtiene el CAP en modalidad acelerada, o a 19 si es la ordinaria”. Roig matiza que “se podría incorporar un periodo de prácticas, porque si esperamos a que los jóvenes cumplan los 23 años, y teniendo en cuenta el coste de obtener los permisos, ya es tarde para que hagan conductores profesionales”.
Una tercera propuesta a la Comisión apunta a la excepción “durante la temporada turística” de la normativa de descansos. Se aboga por reducir el descanso semanal “a 30 horas”, en lugar de las 45 actuales, sin necesidad de que la diferencia tenga que ser compensada, “para que exista mayor disponibilidad tanto para el transporte de viajeros como para la distribución logística” cuando mayor demanda existe.
Finalmente, el escrito dirigido a Europa incluye también otras dos cuestiones: la modificación del uso del tacógrafo en Menorca e Ibiza, tal y como ya permite la normativa comunitaria; y que se amplíe el intervalo de una hora de descanso para los trayectos realizados en ferry, ya que la mayor velocidad de los barcos impide que se lleve a cabo dicho descanso a bordo.
