Anet y Tradisna, las dos organizaciones de transportistas mayoritarias en Navarra, han emitido una posición común para reclamar que se detenga el cobro de “los peajes con urgencia, como se ha hecho a nivel estatal ante la situación de desaceleración económica”
Ambas entidades están preocupadas ante “la falta de comprensión de la esencialidad del transporte por carretera en Navarra”, máxime cuando se da la circunstancia de que “es el mismo partido político el que preside a nivel estatal y en Navarra”.
No se explican la razón de que se mantengan en Navarra, cuando el partido que gobierna es el mismo que en el país
Apuestan por reforzar el discurso de que las carreteras son un servicio público, tal y como ha manifestado recientemente la presidenta navarra, María Chivite, por lo que “deben financiarse en presupuestos, y no a través de un impuesto más a un Sector esencial que cumple el trabajo de abastecer nuestra Comunidad y ya paga sus propios impuestos”. Esto podría provocar que “los productos navarros se encarezcan, perdiendo competitividad en sus mercados, y toda la cadena de suministro se vea resentida en Navarra”.
Anet y Tradisna recuerdan que “la desaceleración económica ya puede sentirse en el Sector, que está transportando menos que hace unos meses”, por lo que añadir peajes sólo provocaría un daño mayor al Transporte, “que atraviesa un incremento elevado en el coste de los vehículos y del carburante”.
También se quiere hacer notar el afán recaudatorio “con el argumento de un estudio mal hecho, como llevamos tiempo denunciando por estar manipulado para sus intereses, ya que midió únicamente los vehículos que entran y salen por Navarra, cuando el peaje lo pagará todo vehículo pesado, independientemente del punto desde el que se incorpore a las vías navarras en las que se quieren implantar los peajes: A-10, A-15, N-121-A, A-1 y A-68”.
En este sentido, se entiende como “normal que los resultados del estudio sean que nueve de cada 10 vehículos pesados que circulan por Navarra son de fuera, si sólo se contabilizaron los que cruzaron desde el inicio hasta el final de cada vía, o por uno de los dos puntos, y entre julio y agosto de 2020, unas fechas poco representativas. Quedaron sin contabilizar los vehículos que circulan entre medio, es decir, los vehículos navarros, y que tendrán que pagar el peaje sin opción a desviarse”.
Difícil repercusión al cliente
Es evidente que “la repercusión de estos costes a los clientes no es tan sencilla, y no lo va a asumir el Transporte”, que “ya paga multitud de impuestos locales, autonómicos, de hidrocarburos, etc. El argumento de sostenibilidad medioambiental no se entiende cuando el transporte de mercancías por carretera es la única manera de llegar a cada localidad, y no tiene alternativa a los medios de combustión”.
Por todo ello, tanto Anet como Tradisna proponen “dedicar los esfuerzos a mejorar la logística, la intermodalidad, la ‘última milla’, la movilidad colectiva, la seguridad vial y las áreas de descanso en carretera, que son tareas pendientes de esta Administración”, reclamando “unirnos sociedad y mundo empresarial en esta lucha para frenar una medida improcedente y que sólo castiga a la economía y al bolsillo de nuestra comunidad”.
