El reglamento para la homologación y vigilancia del mercado de vehículos de motor (Euro 7) pretende que los vehículos cumplan las nuevas normas durante más tiempo, lo que hará posible que sigan siendo más limpios durante toda su vida útil.
La medida para furgonetas se espera en 2027 y para camiones y buses en 2029
Según explica el Parlamento Europeo, el acuerdo para turismos y furgonetas mantiene “las actuales condiciones de ensayo Euro 6 y los límites de emisiones de escape”, algo que demandaban los fabricantes de vehículos, aunque el número de partículas de escape se medirá a nivel de PN10 (en lugar de las actuales PN23).
En el caso de los autobuses y camiones, el texto pactado incluye “límites más estrictos para las emisiones de escape medidas en laboratorio y en condiciones reales de conducción”, pero manteniendo las actuales condiciones de ensayo Euro VI.
Neumáticos y frenos
Como nuevos invitados a la normativa aparecen tanto los neumáticos como los frenos. Así, se establecen “límites de emisiones de partículas de frenado (PM10) para coches y furgonetas (3mg/km para vehículos eléctricos puros; 7mg/km para la mayoría de vehículos con motor de combustión interna (ICE), eléctricos híbridos y de pila de combustible y 11mg/km para furgonetas ICE grandes)”.
Del mismo modo, se adoptan “requisitos mínimos de rendimiento para la durabilidad de las baterías de los coches eléctricos e híbridos (80% desde el inicio de la vida útil hasta los cinco años o 100.000 km y 72% hasta los ocho años o 160.000 km) y las furgonetas (75% desde el inicio de la vida útil hasta los cinco años o 100.000 km y 67% hasta los ocho años o 160.000 km)”.
Ahora, la pelota está en el tejado del Parlamento y el Consejo, quienes deberán aprobar este acuerdo de forma definitiva para que pueda entrar en vigor. El reglamento se aplicará 30 meses después de su entrada en vigor para turismos y furgonetas (es decir, no podrá ser antes de 2026-2027) y 48 meses para autobuses, camiones y remolques, quizá entre 2028 y 2029.
Por último, el pacto refleja que “para los vehículos construidos por fabricantes de pequeño volumen, se aplicará a partir del 1 de julio de 2030 para turismos y furgonetas, y a partir del 1 de julio de 2031 para autobuses y camiones”.
Reacción de Acea
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (Acea), por medio de su directora general, Sigrid de Vries, califica esta decisión positivamente: “Aunque sólo conoceremos todos los detalles cuando podamos evaluar el documento completo, observamos que los negociadores interinstitucionales han optado principalmente por dar prioridad a los retos de futuro, como las emisiones de los frenos de los vehículos ligeros y los requisitos de las baterías de los vehículos eléctricos. Los límites de emisiones de escape y los procedimientos de ensayo para vehículos pesados también se han endurecido considerablemente".
Los fabricantes, contentos
Les ha costado, pero han conseguido que
sus peticiones sean tenidas en cuenta
En cualquier caso, la industria europea del automóvil acoge con satisfacción la seguridad de la planificación. “Para garantizar plazos suficientes, ahora contamos con el apoyo de la Comisión Europea para elaborar legislación secundaria sólida lo antes posible. Es importante señalar que muchas de las nuevas disposiciones plantean importantes retos técnicos y de inversión en un momento crucial de la transformación de la movilidad de emisiones cero", explica De Vries.
Sin embargo, desde la ONG Transport & Environment no se declaran tan satisfechos, sobre todo porque quedan intactos los límites de NOx y las PM de los coches nuevos, razón por la que solicitan al Parlamento Europeo que “rechace el acuerdo, que permitiría a los fabricantes de automóviles maquillar de verde los nuevos vehículos como Euro 7 a pesar de que prácticamente no son más limpios que con la norma Euro 6 acordada en 2014”.
Lucien Mathieu, director de Turismos de T&E, considera que "el lobby del automóvil vuelve a tener el control después de unos años en el desierto tras el Dieselgate. El Parlamento Europeo tiene una última oportunidad para decir no a esta descarada capitulación ante la industria automovilística".