La adquisición, cuyo montante asciende a “210 millones de dólares antes del ajuste por nivel de inventario al cierre”, cuenta con un centro de desarrollo de módulos y paquetes de baterías en California, al que se suma una fábrica de montaje en Greer (Carolina del Sur).
Instalaciones
"Estos activos y las habilidades y competencias del equipo de Proterra son un gran complemento a nuestra presencia actual y nos permiten acelerar aún más nuestra hoja de ruta de baterías eléctricas", ha declarado Lars Stenqvist, CTO del Grupo Volvo.
La intención del fabricante es mantener la actividad de Proterra con clientes seleccionados
Volvo tiene la intención de “gestionar Proterra como una empresa en funcionamiento y suministrar a clientes seleccionados”, tratando de recuperar la actividad de una compañía que pasó por algunas dificultades económicas en los meses previos al comienzo de las conversaciones con Volvo.
Proterra llegó al mercado como un actor de los más pujantes en la fabricación y suministro de baterías para todo tipo de vehículos, incluidos autobuses y camiones eléctricos, aunque el último proceso de ampliación de capital no terminó como esperaban y fue necesaria la búsqueda de un nuevo inversor, el Grupo Volvo en este caso.