Para Berliner Verkehrsbetriebe, la cuestión de los vehículos eléctricos respetuosos con el medio ambiente es un tema de suma importancia. "Queremos ser pioneros en electromovilidad —aclara Heinrich Coenen, director de la flota interna de BVG—. Si conseguimos transformar todo el parque móvil de vehículos de tal forma que sean sostenibles, otras grandes empresas de transporte harán lo mismo".
Las furgonetas eléctricas de MAN son perfectas a la hora de poner a prueba el uso eficiente de los vehículos eléctricos
El objetivo de Coenen es que, en 2025, el parque móvil esté completamente integrado por vehículos eléctricos. A partir de 2030, la flota de autobuses de BVG, que en la actualidad cuenta con cerca de 1.500 vehículos, también transportará a los pasajeros exclusivamente con propulsiones libres de emisiones. Berlín está demostrando que la electromovilidad puede funcionar con éxito en el transporte público.
La protección medioambiental también sale a cuenta en el tráfico por carretera. Para el director de la flota de BVG, Heinrich Coenen, las furgonetas eléctricas de MAN son perfectas a la hora de poner a prueba el uso eficiente de los vehículos eléctricos desde el punto de vista logístico y económico. "En términos generales, nuestras furgonetas recorren trayectos cortos y tienen una larga vida útil, de modo que se pueden planificar fácilmente los tiempos de carga y la autonomía necesaria. Además, durante su funcionamiento, se requieren muchos arranques en frío, algo que en el caso de las propulsiones convencionales genera un nivel de emisiones considerablemente elevado", explica Coenen.
Las ventajas de la electromovilidad
Las ventajas que ofrece la electromovilidad se pueden aprovechar plenamente cuando se utiliza la MAN eTGE. Entre estas ventajas, destaca que las furgonetas eléctricas permiten eliminar por completo las emisiones a nivel local y, además, son rentables desde el punto de vista operativo gracias a su funcionamiento con energías renovables.
Los costes de adquisición de la eTGE se amortizan en pocos años de uso. "Si en el futuro se fabrican y se venden vehículos eléctricos en cantidades aún mayores, el umbral de rentabilidad se alcanzará incluso antes", estima Coenen. Lo tiene muy claro: "
La electromovilidad compensa no solo a nivel medioambiental, sino también económico. De eso estoy seguro".