Estas medidas casan con las recientes peticiones llevadas a cabo por IRU, lo que ha hecho que Raluca Marian, directora de defensa de la asociación en la Unión Europea, celebrase la decisión: "Nos complace ver que la Comisión ha escuchado a la IRU y a los Estados miembros de la UE" afirmó. "Actualmente no hay suficientes tacógrafos disponibles, de modo que sin este período de gracia decenas de miles de camiones y autobuses nuevos habrían quedado varados en almacenes y estacionamientos en toda la UE".
Muchos vehículos quedarían bloqueados sin esta medida
Los nuevos tacógrafos presentan numerosos beneficios, como su capacidad para registrar de forma automática el cruce de fronteras o la posibilidad de que los encargados puedan acceder a los datos de forma remota. El objetivo es que se convierta en una herramienta clave para supervisar el cumplimiento de las normas de tiempo de conducción y descanso de la UE, así como de las reglas de cabotaje y la presentación de informes de los conductores, pero las dificultades de suministro han generado una escasez de dispositivos que esta medida busca paliar.
"Varios Estados habían decidido unilateralmente otorgar un período de gracia, pero estamos contentos de que la Comisión haya dado un paso adelante y haya demostrado liderazgo al proponer un enfoque coordinado y armonizado" añadió Marian. "Si impedimos que los nuevos vehículos de última generación se entreguen con tacógrafos de primera generación, estaremos obstaculizando la operación de vehículos más respetuosos con el medioambiente, poniendo en peligro los objetivos de reducción de CO₂ de Europa".
"Invitamos a la Comisión Europea a establecer un sistema de seguimiento para el proceso de adaptación. En IRU también estableceremos nuestro propio sistema de seguimiento para poder reaccionar a tiempo en caso de retrasos en el proceso" concluyó.