Esta revisión representa un cambio significativo en el marco legal existente, pues supondría que los incentivos para el transporte combinado e intermodal dependiesen de la capacidad de una operación para reducir los costos externos en un 40%, en comparación con una operación de transporte de mercancías exclusivamente por carretera. No obstante, la Comisión no ha sido clara con respecto a qué constituye un costo externo y la metodología para calcularlos, y ha encomendado a los Estados miembros la tarea de desarrollar planes para mejorar la eficiencia del transporte combinado y multimodal, con una reducción obligatoria de costos de al menos el 10% en los próximos siete años.
'Una oportunidad perdida'
"Apreciamos los esfuerzos de la Comisión para abordar finalmente las normas de transporte combinado" comentó Raluca Marian, directora de defensa de IRU en la Unión Europea. "Pero vemos la propuesta como una oportunidad perdida para establecer un marco de incentivos simple y transparente para los usuarios del transporte combinado e intermodal de mercancías. No estamos convencidos de que vincular los incentivos al transporte combinado al rendimiento de los costes externos de las operaciones de transporte de mercancías por carretera sea el enfoque correcto. Podría ralentizar la reducción de la calidad del aire y la huella de dióxido de carbono del transporte de mercancías por carretera".
La propuesta no entra a determinar el marco para el cálculo de costos externos, proporcionando solo una referencia vaga al Manual de Costos Externos de la Comisión. Además, para calificar para los incentivos, introduce el uso obligatorio del marco de Información Electrónica de Transporte de Mercancías, cuya implementación completa a nivel continental no se espera hasta mediados de 2026, lo que podría representar un obstáculo para acceder a los incentivos de transporte combinado.
"La complejidad adicional y la inseguridad jurídica podrían no convencer a los transportistas por carretera de utilizar más el transporte combinado e intermodal y, por tanto, la propuesta podría incumplir su objetivo de descarbonizar el transporte de mercancías y la logística. En la vida real, se trata de transporte eficiente, cooperación y complementariedad entre modos. Esto es lo que deberían tener en cuenta los legisladores a la hora de establecer normas, en lugar de enfrentar a los distintos modos entre sí y establecer jerarquías artificiales desconectadas de la realidad cotidiana. Es necesaria una mejor cooperación entre los distintos modos y necesitamos un marco jurídico moderno a nivel de la UE que lo permita" Marian.