La Comisión Europea ha reconocido su intención de “incrementar el peso de los vehículos hasta un máximo de 44 toneladas, así como para aumentar la longitud de los porta-vehículos cargados hasta 20,75 metros y de los sistemas modulares hasta 25,25 metros”. Por eso, la jornada se inició con una explicación detallada de la norma vigente en España y en Europa, para a continuación analizar qué puede pasar si finalmente se modifica.
Objetivos claros
La
Asamblea General del pasado verano marcó la hoja de ruta de la Asociación
La jornada, moderada por Manuel Antonio Martínez Carbelo, responsable en la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) de las áreas de normativa y de relaciones con la UE, fue presentada por Sonia García, presidenta de Asetrabi, y por Antonio Jaraices, director general de Transportes del Departamento de Transportes, Movilidad y Turismo de la Diputación Foral de Bizkaia.
A continuación, la parte más explicativa corrió a cargo de Carmelo González, presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC); y Ioana Goitia, jefa de sección de Concesiones e Inspección del Departamento de Transportes, Movilidad y Turismo de la Diputación Foral de Bizkaia.
Fechas y mejoras
González recordó que el proyecto “está aún en fase de borrador y que se desconoce la fecha en la que se publicará”, y que los cambios en el Ministerio podrían ralentizar su proceso. Como dato, aportó que en nuestro país “funcionan en pruebas unos 400 duotráileres con permisos que caducan el próximo 31 de diciembre, por lo que deberían dejar de circular a partir de esa fecha si antes no entra en vigor la nueva normativa de masas y dimensiones”.
El presidente del CNTC hizo referencia a los estudios de las Universidades de Valencia y del País Vasco, “que cifran el incremento de costes que supondría para las empresas de transporte el paso de las 40 a las 44 toneladas entre un 14% y 16%, si bien su contrapartida es la reducción de emisiones contaminantes por tonelada transportada”, calificando como un “desastre” la coexistencia de 27 normativas diferentes en la Unión Europea.
La visión de los implicados
En la segunda mesa de la jornada, llegó el turno para que los agentes de la cadena logística pudieran exponer sus pareceres ante la futura normativa. Javier Jaso, responsable del área de Transporte en la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), mencionó que su organización lleva reclamando esta nueva regulación una década, desde que comenzó el debate, añadiendo que “queremos que sea una de las primeras medidas del nuevo Gobierno. Todo lo que fomente la sostenibilidad y la productividad y, además, sirva para superar la incertidumbre en la que nos encontramos ahora, estará bien visto en Aecoc”.
Por su parte, Juan Antonio Ferro, director de SC Iberia & Southern Europe de Sibelco Minerales, aportó el ejemplo portugués, país en el que la norma ya se está aplicando y los transportistas tuvieron la oportunidad de prepararse con antelación, lo que se convirtió en una agilización de la economía local y la logística portuaria.
Jon Andoni Aldekoa, de Transportes Robledam, verbalizó la duda que tienen muchos transportistas, al respecto de quién se hará cargo del pago de los derechos y permisos, aunque también espera que “todos estaremos trabajando con las 44 toneladas” en un plazo razonable.
Y Carmelo González añadió a la ecuación sus dudas sobre la rentabilidad de las nuevas medidas y sobre la repercusión de la esperada mejora de la eficiencia en los precios que pagan los cargadores. Mostrándose “muy crítico con la actitud al respecto de la Administración y de los cargadores”, les pidió un “mayor grado de implicación con el Sector”.