Las alteraciones en las carreteras francesas vivieron ayer un nuevo episodio, el segundo de esta semana, una tendencia que no parece que vaya a modificarse.
Los agricultores franceses continuaron con sus bloqueos en algunas vías como la A7, A51, A20 o la A1, “en las que el tráfico está totalmente paralizado en diversos puntos”, según informaba la CETM. Las protestas van en aumento, porque también se está bloqueando “el acceso a almacenes logísticos”, aunque no ha finalizado el vaciado de las mercancías de algunos camiones.
Foco en París
Hoy viernes, la situación no tiene visos de mejorar. De hecho, “los sindicatos agrícolas de Îlle de France han anunciado el bloqueo de las vías de acceso y salida de París”, una acción que se suma la concentración que ha convocado el sindicato de viticultores de l'Aude en el peaje de Narbona.
La Confederación reporta que “los sindicatos anuncian un ‘viernes negro’ en la A9 y el peaje de Orange en la A7 también quedará bloqueado”, razón por la que recomienda, “siempre que sea posible, posponer los viajes o evitar pasar por puntos calientes, como el peaje de Le Boulou”.
El Gobierno galo ha afirmado que para hoy el anuncio de medidas para los agricultores
El conflicto podría incluso incrementarse, dado que “el sindicato CGT ha hecho un llamamiento a sus militantes para reunirse con los trabajadores agrícolas, de manera que existe la posibilidad de que se unan otros sectores a las movilizaciones”.
Por último, la Confederación Española de Transporte de Mercancías recuerda su demanda al Gobierno “para que tome cartas en el asunto y pida al Gobierno francés que lleve a cabo las medidas necesarias para poner fin a estos bloqueos y se garantice la libre circulación de mercancías”, puesto que a los retrasos y pérdidas económicas, se está “poniendo en peligro la seguridad y el bienestar de los conductores profesionales”.
Aecoc también se posiciona
Aecoc también se ha manifestado en esa misma línea de solicitud de amparo al Gobierno ante unos episodios que “ponen en riesgo la seguridad de los conductores y la fluidez de las operaciones comerciales entre Francia y España, así como hacia otros países europeos”.
Por ello, la organización de cargadores ha contactado por escrito con los ministros de Asuntos Exteriores y Cooperación, y de Transportes y Movilidad Sostenible para que insten al Ejecutivo francés “a abordar esta situación de manera inmediata, tomando las medidas necesarias para salvaguardar la integridad de los transportistas españoles y la continuidad de las operaciones comerciales”.
