Al menos, así lo han solicitado el sindicato de jóvenes agricultores y FNSEA, dos de los más activos en este periodo, reclamando que cese la acción tal y como la están sufriendo los transportistas españoles. Eso sí, es probable que esta reacción no sea inmediata, por lo que desde las Organizaciones empresariales nacionales se vuelve a pedir prudencia y cautela a quienes tengan que transitar por las zonas de conflicto. Tanto es así que, a última hora de la tarde de ayer, todavía existían 30 puntos en los que las carreteras estaban cortadas.
En cualquier caso, también han dejado claro que esta decisión es temporal, concediendo un voto de confianza a las autoridades francesas, al menos hasta mediados de año. Para entonces, si los acuerdos alcanzados no se han llevado a efecto, volverán a sus protestas.
Réplicas en otros países
Esta noticia, que supone un paso al frente hacia la resolución del conflicto en Francia, se vio empañada por las que llegan desde Portugal y Bélgica, donde los agricultores de ambos países han iniciado movilizaciones. De momento, no tan violentas como las galas, pero no se descarta que también puedan afectar a la libre circulación de mercancías y, por ende, a los camiones españoles que tienen que atravesar los mencionados estados.
Todavía queda saber cómo se compensarán las pérdidas
Mientras tanto, el Gobierno español afirma que está trabajando “sin descanso” en encontrar una solución, mientras que Astic, a través de la IRU, reclama a la Comisión Europea la creación de corredores seguros para que el tráfico de mercancías se pueda formalizar, en la medida de lo posible.