La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) muestra su decepción con la 'Estrategia para una movilidad sostenible e inteligente – encaminando al transporte hacia el futuro', publicada recientemente por la Comisión Europea, ya que olvida a los conductores profesionales del transporte de mercancías por carretera en su plan de acción de 82 iniciativas que proyecta para la próxima década.
"Desde la Comisión Europea se han vuelto a olvidar de los profesionales. Aquí se está hablando de digitalización y descarbonización, pero no se acuerdan de que hay cinco millones de conductores profesionales circulando por Europa que necesitan 100.000 plazas de aparcamiento seguras, confortables y debidamente equipadas para poder realizar su descanso. Parece que cuidar a las personas no tiene que ver con la sostenibilidad", subraya el director general de Astic, Ramón Valdivia.
Asimismo, Astic está disconforme con que Bruselas de nuevo focalice su atención en el ferrocarril y el transporte marítimo dejando al margen a la carretera, ignorando la vital importancia de ese modo de transporte para dar auténtico impulso a la comodalidad, ya que es el que mejor puede conectar la demanda social —variada, discontinua y dispersa— de bienes y servicios con los centros de producción. Por ello, Astic exige que la Administración legisle en favor de una cooperación multimodal (carretera, marítimo, aéreo y ferroviario).
UETR considera que es necesario seguir abordando la igualdad de condiciones y la competencia leal en el mercado interior de la Unión Europea
Por otro lado, la patronal del transporte de mercancías por carretera defiende que no se puede forzar al transporte pesado de mercancías a una adaptación exprés a la transición ecológica sin garantías para conseguir una sostenibilidad ecológica, social y económica. "Estamos de acuerdo en que el mayor desafío para el transporte es disminuir significativamente sus emisiones y estamos ya muy comprometidos con los objetivos de sostenibilidad y descarbonización. En los últimos 20 años, nuestro Sector ha reducido su huella de carbono significativamente y nada menos que un 97% en óxidos de nitrógeno y un 99% menos de partículas en suspensión, además de invertir en la renovación de nuestras flotas rodantes, en la formación de nuestros conductores en cursos de conducción eficiente y en el uso de nuevas tecnologías para su gestión, que han hecho, en su conjunto, reducir en más de un 20% el consumo de combustible por unidad de producción. Sin embargo, la exigencia de Bruselas de desplegar a gran escala los combustibles renovables sostenibles no pasará de un día para otro, y menos sin garantías para que el transporte de mercancías por carretera siga siendo competitivo, eficiente y sostenible", asegura Valdivia.
Por su parte, la Unión Europea de Transportistas por Carretera (UETR), que componen Fenadismer y otras 18 asociaciones europeas, valora la nueva Estrategia de movilidad inteligente y sostenible de la Comisión Europea, pero considera que es necesario seguir abordando la igualdad de condiciones y la competencia leal en el mercado interior de la Unión Europea. El presidente de la UETR, Julio Villaescusa, señala que "en estos tiempos sin precedentes y desafiantes, esperábamos que la acción a nivel de la Unión Europea también aborde la brecha a los que deben hacer frente los pequeños y medianos transportistas entre los costes y tarifas de transporte y las importantes disparidades de contribución a la seguridad social y fiscal en la UE así como su fragmentación. La referencia al transporte justo debe incluir también el aspecto comercial. Con ello se conseguirá un mercado interior de transporte justo y que funcione, hacia la seguridad vial, la calidad y el aumento del atractivo del Sector al que la Estrategia se refiere correctamente".
El transporte sin papeles, el despliegue de infraestructura de combustibles alternativos y el apoyo financiero para inversiones ecológicas son hitos importantes a juicio de la UETR. Marco Digioia, secretario general de la UETR, añade que "es positivo ver en la Estrategia una referencia expresa al apoyo a las pymes para las inversiones verdes, la importancia de garantizar la plena aplicación de la legislación de la UE y la coordinación con el próximo Plan de Contingencia para el transporte de mercancías para abordar cualquier futura crisis de Covid. Confiamos en que la implementación del Plan de Acción será una oportunidad para cubrir tanto como sea posible los problemas que afectan la esencia del mercado del transporte por carretera de la UE".
Abandono del transporte en autocar
La Organización Internacional para el Transporte por Carretera (IRU) critica el enfoque de la Comisión Europea sobre la reducción de emisiones, ya que solo se fija en las emisiones que salen de los vehículos y no en las fuentes de energía. Esta visión, según la IRU, "destruirá el sector del transporte en autocar, con mucho la forma de transporte más ecológica e inclusiva". Además, añade que esta estrategia "afectará a los ciudadanos vulnerables, como los muy jóvenes, los ancianos y los discapacitados, que dependen del transporte en autocar, además de eliminar los servicios rentables que alejan a las personas de sus automóviles privados".
Asimismo, la Organización señala que el plan de la Comisión Europea "simplemente trasladará las emisiones de CO2 de un autocar verde de muy bajas emisiones a un tren eléctrico de carbón, cuando se considere la fuente de energía. Los autocares diésel ya son dramáticamente más limpios que los ferrocarriles electrificados, así que no entendemos por qué la Comisión sigue ignorando la contribución incomparable del transporte colectivo de pasajeros por carretera", afirma Raluca Marian, delegada general de la IRU en la Unión Europea.
Confebus "no puede valorar positivamente la Estrategia de la Comisión Europea porque no representa una visión de política integral de movilidad europea"
"Este plan extinguirá un modo de transporte colectivo crucial sin ningún progreso en la descarbonización de Europa. La UE debe reconocer que el transporte en autocar es sostenible, inclusivo y asequible, y respaldar la inversión en flotas de autocares aún más ecológicas, no matarlas. Esta confianza equivocada en enfocarse únicamente en las emisiones de CO2 en el tubo de escape del vehículo, y sin incluir la fuente de energía, significa que sus planes están muy distorsionados y serán ineficaces", concluye Raluca Marian.
La Confederación Española de Transporte en Autobús (Confebus) es de la misma opinión que la IRU. Confebus expone que "no puede valorar positivamente la Estrategia de la Comisión Europea porque no representa una visión de política integral de movilidad europea que contemple a todos los modos de transporte de manera conjunta y equilibrada. La estrategia no confiere al autobús el papel y peso que demandan las políticas europeas como medio de transporte llamado a liderar la transición hacia la movilidad sostenible, segura y accesible. Las iniciativas y medidas anunciadas tampoco sirven para impulsar el uso de autobús como medio clave para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones fijados por la UE, obviando el apoyo que este modo brinda para minimizar el consumo energético en el transporte, mejorar la calidad de vida y contribuir a la cohesión social".
Confebus lamenta que la Comisión Europea no haya sabido "valorar un modo de transporte que supone el 50% de los desplazamientos colectivos de personas en España, siendo un ejemplo de una movilidad responsable, sostenible y eficiente" que, gracias a su capilaridad y tupida red, permite la movilidad a prácticamente todos los rincones del país, uniendo más de 8.000 núcleos de población diariamente, y que resulta fundamental para la cadena y oferta turística (excursiones, congresos, ferias, circuitos…).